Te proponemos la lectura de ese texto, y que escuches su relato:
Pueden leerlo aquí abajo. Esperamos que les guste!
“Rumbo a la
tienda donde trabajaba como vendedor, un joven pasaba todos los días por
delante de una casa en cuyo balcón una mujer bellísima leía un libro. La mujer
jamás le dedicó una mirada.
Cierta vez el joven oyó en la
tienda a dos clientes que hablaban de aquella mujer. Decían que vivía sola, que
era muy rica y que guardaba grandes sumas de dinero en su casa, aparte de las
joyas y de la platería.
Una noche el joven, armado de
ganzúa y de una linterna sorda, se introdujo sigilosamente en la casa de la
mujer. La mujer despertó, empezó a gritar y el joven se vio en la penosa
necesidad de matarla. Huyó sin haber podido robar ni un alfiler, pero con el
consuelo de que la policía no descubriría al autor del crimen.
A
la mañana siguiente, al entrar en la tienda, la policía lo detuvo. Azorado por
la increíble sagacidad policial, confesó todo. Después se enteraría de que la
mujer llevaba un diario íntimo en el que había escrito que el joven vendedor de
la tienda de la esquina, buen mozo y de ojos verdes, era su amante y que esa
noche la visitaría.”
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