martes, 13 de octubre de 2020

Ricardo Mariño: El fantasma asustado

Cuento: El fantasma asustado

En aquel castillo abandonado, vivía una familia de fantasmas desde hacía seiscientos años: el padre, la madre, el hermano mayor y el fantasmita menor, llamado Sabañón, de solo 123 años. Sabañón era bastante miedoso y vivía asustado por las historias de humanos que le contaba su hermano.

La madre explicaba a Sabañón que un humano no puede atravesar paredes ni ver en la oscuridad. En vano trató de hacerle entender que, aunque fueran horribles, los humanos eran incapaces de hacerle daño a un fantasma. Pero igual el pequeño tenía pesadillas.

Así, el día en que apareció en el castillo una verdadera familia de humanos, Sabañón casi se muere del susto.

Los humanos se quedaron a vivir en el castillo y, para Sabañón, comenzó una etapa difícil: vivía aterrorizado, no salía del sótano y hasta empezó a tener problemas de aprendizaje en la escuela de fantasmas.

Hasta que al padre se le ocurrió una idea para alegrar a Sabañón: enseñarle a asustar a los humanos.

El juego empezó a divertir tanto a Sabañón que no pasaba un minuto sin aullar, abrir una puerta o hacer que su cara se reflejara en un espejo.
Durante la noche les retiraba las mantas de la cama, movía una silla o hacía tintinear las copas. Los humanos corrían asustados, y él se mataba de risa. Así les perdió el temor.

Pero claro, los humanos vivían tan atemorizados que comenzaron a decir entre ellos que se marcharían del castillo.

Un día, la mamá le explicó a Sabañón que así como él les había tenido miedo a los humanos, ahora ellos le tenían miedo a él y que los chicos humanos sufrían mucho por eso.

—Tenés razón, mami —le dijo Sabañón—, ¡pero a mí me gusta asustarlos!

—Solo tenés 123 años, querido, pero ya lo vas a entender —le dijo la mamá—. Te doy permiso para que los asustes una sola vez por mes, los días 13.

Desde entonces, el día favorito de Sabañón es el 13. Para ese día prepara sus mejores trucos y hasta invita amiguitos de su colegio de fantasmas. Y los humanos de ese castillo tienen 29 días de tranquilidad por mes y uno de terror.

© Ricardo Mariño
© Editorial Puerto de Palos S.A.
Ricardo Mariño / Ilust.: Vanessa Zorn - Imagen cuento: Páginas 12 y 13 © Editorial Puerto de Palos S.A.

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