Hola chicos! Esperamos que estén bien!!!
La seño Mónica preparó este material para que trabajen:
9 de Julio
Día de la Declaración de la
Independencia
Cuadernillo de Actividades
Tres ejes para pensar los 204 años de lndependencia
¿Qué pasó el 9 de julio de 1816?
En 1816 convergen
dos hechos destacados: la Declaración de la lndependencia de un nuevo país, hoy
llamado Argentina y la organización final del plan de guerra de José de San
Martin, que garantizaría la independencia.
El contexto
internacional era sumamente complejo. Para 1816, España se había liberado de
los franceses, el Rey Fernando VII había vuelto al trono y se predisponía a
recuperar los territorios americanos que estaban en mano de los
revolucionarios.
En este contexto
tan difícil, las Provincias Unidas se juntaron para decidir qué hacer ante la
situación.
El Congreso General
Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica se reunió en San Miguel de
Tucumán para limar asperezas entre Buenos Aires y las provincias, cuyas
relaciones estaban deterioradas.
El Congreso
funcionó en la casa de una importante familia local hoy convertida en Museo
Casa Histórica de la lndependencia.
¿Y cómo llegaban
hasta ahí los congresales? En ese entonces, no había caminos construidos y la
gente viajaba en carretas tiradas por mulas o en diligencias. La travesía hacia
Tucumán podía tardar muchas semanas. Por eso, los viajantes arribaban sucios,
con hambre y cansados, pero sabiendo que estaban allí para tomar una decisión
muy importante. Para llegar al Congreso, los diputados tuvieron que recorrer
largos caminos en galeras. El viaje de Buenos Aires a Tucumán, por ejemplo,
duraba entre 25 y 30 días.
El viaje en
carreta, esos grandes carros de madera que eran tirados por una o más yuntas de
bueyes, era más largo y podía durar por el mismo trayecto hasta 50 días.
Lo fundamental del
congreso fue que el 9 de julio de 1816 los representantes firmaron la
declaración de la lndependencia de las Provincias Unidas en Sudamérica y la
afirmación de la voluntad de "investirse del alto carácter de una nación
libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” y
"de toda otra dominación extranjera". De este modo, después del
proceso político iniciado con la Revolución de Mayo de 1810, se asumió por
primera vez una manifiesta voluntad de emancipación. La Proclama es considerada
el documento fundacional de nuestro país.
¿Qué significa ser independientes?
La lndependencia
aparece asociada a una idea clave de la modernidad: la emancipación, que alude
al momento en que un sujeto es capaz de asumirse como tal ante sí y ante los
otros, un sujeto adquiría la "mayoría de edad", no sólo en el ámbito
privado sino en la vida social, política e histórica. La lndependencia,
concebida como "emancipación", aparece de este modo, como el deseo
social de vivir sin tutela.
En los años de la
lndependencia no todos accedían a la lectura y la escritura. Para las mujeres
era una práctica vedada. También para los gauchos, los negros y los indígenas.
Los que si podían aprender a leer, sobre todo los varones de las clases
acomodadas, se alfabetizaban a través de los llamados silabarios.
¿Quiénes eran los que pedían
lndependencia? ¿Quiénes componían ese pueblo que
quería ser libre?
La lndependencia
consolidó un nuevo grupo dirigente integrado mayormente por americanos
descendientes de españoles. Este grupo, no sólo por sus convicciones sino
porque el escenario de guerra lo demandaba, convocó a otros sectores a sumarse
a sus luchas. Porque, dan con ambivalencias, el proceso de la lndependencia
construyó un nuevo horizonte para pensar la libertad y la igualdad: posibilitó
nuevas oportunidades para las clases populares, creó un contexto más favorable
para la demanda de derechos de distintos grupos, brindó oportunidades de
ascenso social antes desconocidas y, en algunos aspectos importantes, abrió la
posibilidad de desafiar las jerarquías sociales existentes.
Gran parte de las
oportunidades de ascenso social para este grupo y otros estuvieron ligadas a la
incorporación a las milicias. Fueron muchos los esclavos que se sumaron bajo la
promesa de que lograrían su libertad al fin de la guerra. El ejército, a su
vez, generó condiciones de ascenso social para los plebeyos y los pardos,
algunos de ellos, incluso, llegaron a ser oficiales.
La Revolución tuvo
dos caras para las clases populares: por un lado, una promesa de libertad y, al
mismo tiempo, un enorme costo que se tradujo en el desgaste físico, las heridas
o, incluso la muerte en el campo de batalla.
Por último, el
elenco dirigente buscó interpelar a los pueblos originarios, sobre todo a los
que vivían en el camino hacia el Alto Perú. El objetivo de incorporarlos a los
ejércitos con la convicción de que representaban el grupo social que más había
sufrido la violencia por parte de los españoles. De todos modos, la marca más
rotunda de la necesidad de incorporar a los pueblos originarios a las luchas
independentistas constituyó el hecho de que la propia proclama de la
lndependencia fue publicada en quechua y aymará para su difusión. La
"narración americana", esa que construyeron quienes encararon la
lndependencia, y que buscaba ampliar las bases de sustentación de ese proyecto,
devino en una "épica criolla", es decir, en un relato que asignaba a
los americanos descendientes de españoles, los "criollos", el
protagonismo casi exclusivo en las luchas por la emancipación.
La lndependencia
transformó la vida de las personas porque legitimó los deseos de libertad
individual y de igualdad jurídica. Y también habilitó aspiraciones de mayor
igualdad social. Visto retrospectiva- mente, y como ejercicio de memoria, lo
que parece claro es que no hay proceso histórico tendiente a la ampliación de
la libertad y la igualdad sin el protagonismo y la participación popular, como
la que tuvieron, con todas sus tensiones, los esclavos, los negros, los
indígenas, los pardos, los gauchos y los americanos descendientes de españoles
durante las luchas por la lndependencia.
El recuerdo de esta
fecha y la conmemoración de los acontecimientos de 1816 reactualizan las
aspiraciones por lograr mayor libertad e igualdad y reafirman la voluntad
popular de dirigir su propio destino.